viernes, diciembre 12, 2014

El hombre en el laberinto

No voy a reseñar un libro de diez. Este es un libro de diez y no recuerdo la mayor parte de lo que hay en él, pero lo amo. Reseñarlo es como redundar. Y que mi limitada retentiva no envanezca la exquisitez que encierra la, para mí, mejor obra de Robert Silverberg.

Ya que no recuerdo los detalles, sino las sensaciones, voy a hacer algo distinto. Existe un hombre de andar recluido y cuasi muerto en un mundo que nuestro desinterés no nos da para recordar. Él dice que el ser humano es despreciable porque no puede soportarse a sí mismo, un hombre dotado de inmensa sabiduría ¿a qué costo? No sabemos, y desearía que su martirio no fuera tan difícil de soportar.

¿Cuántas vidas dejan de valer la pena por nuestra extrema idiotez? La especie que no puede detenerse a pensar. La "más inteligente" y no puede detenerse a pensar. ¿Cuánto mal nos hemos hecho? Echo de menos cosas que nunca tuve, como la estabilidad. ¿Será que valemos lo suficiente para merecer hacer eso a los otros? ¿Valemos tan poco para merecernos a nosotros mismos, con todo nuestro desperdicio alrededor?

Empatía, Dick Muller nos enseña sobre la empatía que no estamos dispuestos a tener. Es un sentimiento tan actual, tan necesario, pero no nos importa. El ejercicio de preocuparse por el otro es siempre interesado y ruin. Amo a las personas que si se involucran positivamente, pero no conozco a ninguna, quizá por eso adolezco de deseos de dar amor. ¿Cuánto amor dio Dick Muller? El suficiente. El necesario.

Él parece tan indispuesto y cansado. Yo también lo parecería, y tú, y tú, y tú.
Deberíamos temer por nosotros y nuestro futuro, porque es ridículo ver cuanta gente es capaz de ignorar sin remordimiento todo lo que son. Capitalismo salvaje, capitalismo humano (sin especismo) porque sólo nosotros hemos construido esta muerte dolorosa y la tumba que hemos cavado de sol a sol. Somos responsables de lo que no tratamos de evitar, me dijo un amigo estrábico que no era nada, y era verdad.

¿Cuántos nos creemos justos? No somos justos cuando nuestra respuesta a los problemas de los más oprimidos es que, realmente, no nos importan. Jeane, There's ice on the sink where we bathe, So how can you call this home when you know it's a grave?

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